jueves, septiembre 21, 2006

teatro de sombras

quien te llevó dejó aquí tu sombra
atada a un lado de la sombra mía
y el sol que insiste en mi camino nombra
la ilusión terca de tu compañía
mancha indeleble cuerpo inaprensible
que de la mano llevo por la vida
contorno cierto imagen ostensible
de tanta ausencia que jamás se olvida
sutil retazo de agujero negro
en comunión con mi vagar errante
figura frágil forma con que integro
un cuadro fantasmal y sin semblante
triste comedia que tendrá su broche
en un telón que caiga con la noche

13 comentarios:

Luciana Rezzónico dijo...

No es muy primaveral, lo sé...

Mare dijo...

jaja, es una primavera escalofriante en todo caso. me gusta.

Ruth dijo...

La primavera suele tener un clima muy inestable, un día uno amanece medio nublado y le sale esto.
La verdad es que hay que admitir que los sonetos tienen "ese qué sé yo"...

Anónimo dijo...

El poema está muy bien aunque dé frío.
Te doy este comienzo de soneto
como abrigo modesto. No me meto
en causas y en efectos: tuyas, míos.

Luciana Rezzónico dijo...

Gracias, Mare!

Minerva: qué sorpresa! Siempre leo tu blog, aunque nunca haya comentado. Bienvenida!

Marcos: "Te doy este comienzo de soneto" me recordó a "Te doy una canción".
Gracias por el abrigo, pero me queda un poquito corto... ¿por qué no le tejés otras 10 vueltas?? :-)

Talueguito,
Lu

Anónimo dijo...

"¿Por qué no le tejés otras diez vueltas?"
La pregunta inocente y candorosa
introduce en mi mente una espantosa
conmoción de neuronas, de revueltas

riadas de moléculas e impulsos
eléctricos que riman con sí mismos
y al rimar representan este mundo:

pensamientos espásticos, convulsos
traducidos tras lento paroxismo
en versos que te doy mientras me hundo.

Luciana Rezzónico dijo...

Buenísimo, Marcos!! Ahora sí ese abrigo me llega hasta los tobillos!
Pero no te hundas...

Te doy este comienzo de soneto
como un salvavidas presuroso
rimar entre las olas, ¿no es hermoso?
nadar a la deriva, estar inquieto

Un beso
Lu

Anónimo dijo...

Te doy este comienzo de soneto
como un salvavidas presuroso
rimar entre las olas, ¿no es hermoso?
nadar a la deriva, estar inquieto

y soñar el destino venturoso
que te guíe a ciudades, pueblos, guetos
donde puedas "dedicarte" a armar escuetos
jueguitos de palabras, numerosos

acertijos, difíciles objetos
que otras manos ensamblen con esmero
y te rueguen ayuda lastimosos

y les brindes ayuda generoso
y te agradezcan con mirar sincero
el placer que les diste a sus coletos.

UNOyPUNTO dijo...

Me gusta mucho.

matias fernandez fernandez dijo...

La primavera Lila del Riachuelo

alonso ruvalcaba dijo...

paso por acá... ¿y si posteas un nuevo poemita? se extraña.

48hs dijo...

La forma más extraña de llegar a este lugar...

Luciana Rezzónico dijo...

Limamos, un algo...,48 hs.: gracias por pasar!

Alonso: tu invitación me inspiró un poemita sobre mi falta de inspiración. Gracias!

Un beso,
Lu